Tres jóvenes ladronas, todas bellezas de 18 años, fueron pilladas en el acto por la policía mientras intentaban escaparse de la tienda con ropa robada.El oficial decidió enseñarles una lección que no olvidarían.Las llevó a la parte trasera de la vitrina, al garaje oscuro y desierto.Allí, las hizo desnudarse hasta su ropa interior y arrodillarse en el frío suelo de concreto.La policía populosa, amante del sexo morboso, tenía en mente un tipo diferente de castigo.Las hizo hacerle sexo oral de una en una, con sus bonitas caras cubiertas de semen.Luego, las hizo agacharse y se las turnó para follarlas duro por detrás, con sus pequeñas bragas apenas cubriendo sus culos.Finalmente, las hizo follar entre ellas, con la ropa rasgada y con sus cuerpos que brillaban con sudor.Esta fue una lección nunca olvidarían.